Como un pequeño homenaje póstumo, recordamos las reseñas que de 2008 a 2011 Carlos Fuentes publicó en Este País|Cultura. Cada una nos acerca a la obra de un escritor que mereció la atención del maestro. He aquí una pequeña muestra del pensamiento de uno de los escritores más importantes de nuestro país.
“Los vampiros de Carlos Franz”, noviembre de 2008, en Este País, no. 212
“una broma que nos hará reír no sólo a nosotros. Que hará reír al país entero. Que transformará toda esta época en un chiste”. “La talla”, claro, tiene un origen en el ingenio del “roto” chileno, primo hermano del “pelado” mexicano y proveedor tradicional del habla que el narrador llama “cantinfleo”: la capacidad de hablar mucho sin decir nada o decir mucho sobre lo que no se habla. Leer más>>
“Los desaparecidos de Tomás Eloy”, abril de 2009, en Este País, no. 217
El lenguaje en la novela, portadora constante de la duda frente a la fe ideológica, la certeza religiosa o la conveniencia política, no puede dejar de lado ni ideología, ni religión ni política. Tampoco puede, la novela, ser dominada por cualquiera de ellas. Lo que puede hacer es convertir ideología, religión o política en problema, abriéndolas a la puerta de la interrogación, levantando el techo de la imaginación, bajando al sótano de la memoria, entrando a la recámara del amor y, sobre todo, dejando la ventana abierta a la palabra de Pascal: Leer más>>
“Las vidas de Álvaro Enrigue”, mayo de 2009, en Este País, no. 218
La sentencia latina —“nada nuevo bajo el sol”— se aplica a la creación literaria de modo irónico. No, no hay nada “nuevo”. El crítico ruso Vladimir Propp reduce a diez o doce los “temas” constantes de la fábula literaria: el abandono del hogar, la aventura en el mundo, la pareja y sus vicisitudes, el retorno al hogar (el hijo pródigo), etc. De modo que, si los temas son eternos, lo que varía es la manera de contarlos. Tres grandes novelas del siglo XIX—Ana Karenina, Effi Briesty Madame Bovary—tratan del mismo asunto, el adulterio, pero nadie dejaría de distinguirlas como obras singulares en términos de autoría, estilo, intención… Leer más>>
“La odisea de un expatriado”, octubre de 2009, en Este País, no. 223
La ficción, desde Rabelais y Cervantes, es una manera más de cuestionar la verdad, mientras nos esforzamos por alcanzarla a través de la paradoja de una mentira. Esta mentira puede llamarse la imaginación. También puede ser considerada una realidad paralela. Puede ser vista como un espejo crítico de lo que pasa por verdad en el mundo de la convención.
Leer más>>
“Eloy Urroz”, agosto de 2010, en Este País, no. 232
Roberto Soto (el “Panzón” Soto) era un cómico de teatro de revista mexicano de los años veinte y treinta. Igual que Leopoldo (el “Chato”) Ortín y Carlos López (el “Chaflán”), Soto fue desplazado por la implacable personalidad de Mario Moreno (“Cantinflas”), quien ni siquiera toleró a su compañero de comedia inicial, Manuel Medel, y sólo tuvo más tarde un rival, Germán Valdés (“Tin Tán”) y otros secundarios (“Clavillazo”, “Resortes”).
Leer más>>
“Nuria Amat“, septiembre de 2008, en Este País, no. 210
La estelar escritora catalana Nuria Amat escribe en castellano y por eso se le excluye de las representaciones literarias de su provincia en el extranjero. Que es como si los guaraníes expulsaran a los paraguayos o los mayas a los yucatecos de sus cónclaves culturales. Nuria Amat prefiere —tiene el derecho de— escribir en una lengua que une a cuatrocientos millones de hispanoparlantes, sin mengua alguna de los derechos de catalanes, guaraníes o mayas. Leer más>>
“La pregunta de la literatura“, abril de 2011 en Este País, no. 240
Salto mortal debió dar Sergio Missana de El día de los muertos (2007) a Las muertes paralelas(2010). Aquella novela tenía un perímetro temporal y personal preciso: el día del golpe militar contra Salvador Allende, un grupo de amigos revolucionarios, el desprendimiento del narrador, quien sólo formaba parte del grupo por amor a una mujer, y varias décadas más tarde, un reencuentro en París, y una revelación literaria: todo estaba escrito desde antes. Leer más>>
“Edwards sube a la montaña“, julio de 2011 en Este País, no. 243
Cervantes juntó todos los géneros —épica, picaresca, pastoral, morisco— en uno solo, la novela, y le dio un giro inesperado: la novela de la novela, la novela que se sabe novela, como lo descubre Don Quijote en una imprenta donde se imprime, precisamente, la novela de Cervantes. Leer más>>
“Ángeles Mastretta“, agosto de 2011 en Este País, no. 244
Tiempos hubo en que Ángeles Mastretta era celebrada por ser escritora y por ser mujer. Siendo ambas cosas, siento que hoy Mastretta ocupa su lugar como autor sin menoscabo de su condición femenina, pero que no es ésta la que define su trabajo. Leer más>>