A pesar de las pérdidas económicas y los recortes de puestos de trabajo en periódicos y revistas por igual, hay razones para el optimismo: la democratización de los medios y el fortalecimiento del periodismo independiente.
La gente que exige ser informada de forma clara, imparcial e inmediata le ha ganado terreno a la gran industria de los medios de comunicación en la era digital. Sin embargo, con las tecnologías de la información, las finanzas del periodismo plural e independiente —y en particular de lo medios impresos— se han visto afectadas. Algunos estudios señalan que “se corre el riesgo de que en el largo plazo disminuya la cobertura periodística de calidad e independiente” y que, paradójicamente, en la era digital se desatiendan necesidades de información básicas para una comunidad democrática.
El impacto que la tecnología ha tenido en los medios de comunicación apunta en dos direcciones distintas:
1. Por un lado, los medios en línea y otras formas de periodismo descentralizado han liberado a los lectores de los grandes monopolios de la información.
2. Por el otro, con el desarrollo desmedido de las fuentes de información en línea, las inversiones en periodismo independiente se han vuelto poco rentables y la disposición de los lectores a pagar por el consumo de periódicos y revistas ha disminuido.
Esta última situación parece alarmante. Analistas y académicos —sobre todo en Estados Unidos, donde el declive de la industria ha sido más pronunciado— prenden luces de alerta y buscan soluciones. Las preocupaciones centrales son la desatención mediática de asuntos de importancia local y la exclusión de los ciudadanos que no tienen acceso a fuentes periodísticas en línea. ¿Estaremos en presencia de la desaparición del periodismo rentable, imparcial y de calidad?
El declive de la industria editorial periodística
Internet ha cambiado los patrones de consumo al aumentar la variedad de opciones y, simultáneamente, permitir al lector identificar solo la información de su interés. En este panorama de crecimiento de la oferta periodística en línea, el otro lado de la moneda es la creación de una burbuja de aparente prosperidad que podría reventar en el largo plazo.
Un estudio realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sobre la evolución de la prensa y de internet (2010) muestra que entre los países miembro ha disminuido la rentabilidad de los modelos de negocios enfocados en el periodismo independiente. Asimismo, ha disminuido el pago de suscripciones y las ventas directas. La rentabilidad de un periódico depende, cada vez más, de sus ganancias por publicidad —lo que a su vez se puede considerar una amenaza para su independencia—, pero, de igual manera, las ganancias por publicidad van en picada. La crisis económica también ha obscurecido el panorama.
El estudio señalado indica que el mercado editorial concentrado en la cobertura periodística —incluyendo la circulación en línea e impresa y las ganancias por publicidad— ha disminuido desde 2004 (en 2007 el crecimiento fue nulo y en 2008 fue de -5 por ciento).
El declive más pronunciado lo presenta la industria de Estados Unidos (tuvo un crecimiento negativo de -14% en 2008 y de -18% en 2009). España enfrenta una situación similar. El 26 de junio de este año El País publicó un reportaje titulado: “¿Y si cierran todos los periódicos de la ciudad?”, donde se describe la crisis que enfrentan los diarios locales españoles. Hay provincias como Guadalajara que ya se han quedado sin prensa local. De 2007 a 2011 la facturación de los diarios cayó a la mitad: de mil 461 millones de euros a 729. El informe de la OCDE indica que la industria en México presentó un crecimiento de dos dígitos en 2004; sin embargo, en 2008 comenzó su declive (ver Gráfica).
Esta situación, dramática para la industria, no solo se ha traducido en una disminución de las ediciones impresas y de las inversiones, sino que también ha resultado en recortes de personal desde 1997 y con mayor intensidad en 2008. Desde 2001, los periódicos norteamericanos han perdido más de una cuarta parte de su personal editorial de tiempo completo (en 1990, la industria empleaba a 57 mil periodistas, aproximadamente; en 2010 empleó a 42 mil).1 En España, la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) informó que las filas de periodistas en paro se engrosó 44% en 2011. Ante la disminución de profesionales dedicados por completo a esta labor y con recursos cada vez más limitados, la pregunta es qué tan confiables son las fuentes que se encuentran en línea. Los incentivos para que crezca y se diversifique la oferta profesional han disminuido.
En contextos de conflicto y corrupción como el que se vive actualmente en México, donde los costos de un periodismo independiente, confiable y de denuncia son muy altos, la falta de incentivos a la actividad periodística profesional resulta un obstáculo para la difusión de información, sobre todo a nivel local.
El periodismo y el ideal de una sociedad democrática informada
El ciudadano informado es un ideal encontrado tanto en la literatura sobre política y democracia como en los estudios sobre periodismo y medios de comunicación. El periodismo independiente juega un rol central en la distribución de información entre los ciudadanos. La prensa es un pilar fundamental de la vida democrática, siempre y cuando se caracterice por ser imparcial y crítica y por que sus agentes cuenten con libertad. Es un medio que ayuda no solo a formar y tomar decisiones en un contexto electoral, sino también a priorizar y a volver accesible la información sobre acontecimientos políticos o de interés público que los ciudadanos no podrían monitorear por sí solos. Y lo que es más importante, cumple una función de vigilancia y control de los poderes público y privado en una democracia.
Peter M. Shane (2010) —director ejecutivo de Knight Commission, una organización creada en Estados Unidos para destacar la importancia del acceso a la información en las comunidades democráticas del siglo XXI— argumenta que un sistema de flujo de información eficiente es vital para una comunidad democrática pues (1) permite coordinar la actividad colectiva, (2) funciona como un mecanismo de fiscalización de la actividad pública y privada, (3) ayuda a resolver problemas de interés público y (4) conecta a grupos de distintas comunidades.
Políticas de apoyo
Dado el papel que el periodismo independiente juega en las sociedades democráticas, la situación de crisis que vive la industria debe ser considerada un asunto de interés público. La pregunta es si la producción de periodismo de calidad, plural e independiente es una tarea que se debe dejar en manos de las fuerzas del mercado o si el Estado debe intervenir. El papel que pueda jugar este en apoyo a la prensa desata polémica: ¿cómo se deben implementar las medidas para no afectar la imparcialidad del periodista?
En el reporte elaborado por la ocde se distingue entre dos tipos de medidas que han sido adoptadas por los países cuyas industrias periodísticas enfrentan declives:
1. Subsidios y apoyos a la producción y distribución de prensa. Entre los países de la ocde que sobresalen por el otorgamiento de subsidios directos a la industria periodística (2008) se encuentran Italia (150 millones de euros), Francia (92 millones de euros) y Suecia (51.5 millones de euros).2
En países como México, el Reino Unido, Bélgica, Dinamarca, Noruega y Finlandia, se han otorgado apoyos bajo la forma de tasas cero al iva. En nuestro país, la medida está establecida desde 1978 en la Ley del Impuesto al Valor Agregado y supone la aplicación de tasa cero en la enajenación de libros, periódicos y revistas que editen los propios contribuyentes.
2. Política pública. Se han adoptado medidas como estas:
• Leyes de apoyo a la libertad de prensa y de expresión
• Medidas para evitar concentraciones y otras limitantes de la competencia económica
• Regulación de la publicidad en medios de comunicación
• Campañas para promover el consumo de prensa especializada
• Apoyo a la formación de periodistas
• Protección a la propiedad intelectual
¿Tiempos de crisis o de fortalecimiento?
También hay quien afirma que estamos en una época de ajuste en la que sobrevivirán las mejores publicaciones y los mejores periodistas. Con la democratización de esta actividad, permanecerán y sobresaldrán las cámaras y plumas que aporten un valor agregado entre la diversidad de fuentes noticiosas. Tal vez el periodismo de calidad no está en crisis, sino en tránsito hacia su fortalecimiento. Más allá de un declive en la oferta periodística, nunca antes había existido tanta oferta inmediata de publicaciones de calidad. Sin embargo, los focos de alerta deben seguir encendidos en el nivel de la prensa local, que es la que corre más peligro.
Ante el posicionamiento del ciudadano-periodista interesado en la crítica, cobertura y difusión de eventos de interés para la comunidad, la eficiencia de los sistemas de transparencia y acceso a la información será fundamental. En los casos de asuntos públicos o privados que pudieran quedar desatendidos localmente, los sistemas de acceso a la información eficientes ayudarían a que los interesados puedan realizar labores de fiscalización y denuncia. Las labores de vigilancia y denuncia del poder público y privado ya no solo están a cargo de los periodistas: cada vez hay más ciudadanos interesados en realizarlas.
Por último, la transición a la oferta de prensa en línea, del posicionamiento del ciudadano-periodista y del aumento de fuentes de información en internet, ponen nuevamente el foco de alerta en los problemas de desconexión digital. EstePaís
1 American Society of News Editors, “Decline in Newsrooms Jobs”, 4 de noviembre de 2010, consultado en http://asne.org/article_view/articleid/763/decline-in-newsroom-jobs-slows.aspx.
2 OCDE, basada en cifras de la World Association of Newspapers.
________________________________
JOSÉ COTO es investigador invitado en el IMCO. Actualmente cursa la maestría en Políticas Públicas Internacionales en The Fletcher School de Tufts University.