Saturday, 04 May 2024
Artículos relacionados
Militares y narcotráfico: ¿dos caras de la misma moneda?
Blog | Norteando | Patrick Corcoran | 22.05.2012 | 0 Comentarios

PatrickCorcoran

La reacción más fácil y natural a las noticias de que cuatro mandos militares han sido arraigados por presuntos vínculos con el narcotráfico es que esto es el colmo, que México ha tocado fondo. Y de ahí, queda poca distancia para concluir que es el resultado inevitable de la decisión de Calderón de lanzar el Operativo Conjunto Michoacán en diciembre de 2006.

Basado en lo que se sabe hasta el momento, no creo que tales conclusiones son justas. Para empezar, si las acusaciones son ciertas, no sabemos cuando la relación entre los generales y los Beltrán Leyva empezó; puede que se conocen desde antes de la llegada de Calderón a Los Pinos. Y también es importante recordar que el uso de las fuerzas armadas en operativos anti-narco no es algo que empezó con Calderón. Hace casi cuarenta años el ejército encabezó la Operación Cóndor en Sinaloa, y desde entonces, cada presidente ha recorrido a los militares de vez en cuando como medida de seguridad doméstica. Claro, nadie ha utilizado a los militares tan extensamente como ha hecho Calderón, pero ha sido un cambio de grado más que un cambio de tipo, y las fuerzas armadas tienen un papel casi permanente en la seguridad pública. Mientras sea así, los narcos siempre tendrán un interés en trabajar con los generales en México.

Lo demuestran de sobra los ejemplos históricos de generales que han trabajado con los narcos –que son relativamente pocos, pero suficientes para afirmar que la corrupción militar no es un fenómeno nuevo. El ejemplo más notorio es el de Jesús Gutiérrez Rebollo, a quién se le descubrió viviendo en un departamento que pertenecía a Amado Carrillo en 1997. Anteriormente a ese escándalo, había vínculos sospechados entre la Sedena y el narcotráfico durante el sexenio de Miguel de la Madrid, en la época en que Plutarco Elías Calles mandaba, y en muchos momentos demás.

Por todo lo anterior, es difícil argumentar que la corrupción de hoy es el producto inevitable de la estrategia de Calderón; es un problema mucho más arraigado.

Ademas, es dificil saber si debemos interpretar el arresto del General Tomás Ángeles y sus colegas como buena o mala noticia. Obviamente, nadie quiere que haya altos mandos militares trabajando con los narcos. Sin embargo, puesto que la corrupción es un fenómeno que ha existido por casi un siglo, una mejoría en la capacidad de descubrir vínculos ilícitos implica noticias como esta. La pregunta importante es si las investigaciones son producto de un nuevo esfuerzo por la PGR para iniciar un proceso permanente de limpieza en las instituciones mexicanas, o sí las detenciones representan un incidente aislado que no provocará cambios de fondo. Han sido muchas las limpiezas institucionales que no han tenido un impacto mayor, pero también hay evidencias de que la PGR de Marisela Morales está haciendo más que sus antecesores al respecto. Finalmente, el tiempo nos dirá.

Por el otro lado, no necesitamos más tiempo para saber que las fuerzas armadas no representan una solución, ni temporal ni duradera, a la seguridad pública. En su momento, el argumento era de que el ejército podía servir de recurso provisional para la seguridad pública, mientras las policías municipales y la federal pasaba por un proceso de mejoría. Los riesgos y desventajas de utilizar al ejército así eran bien conocidos, pero se suponía que era capaz de resistir las tentaciones del crimen organizado, superar su poder de fuego y su capacidad táctica, y perseguir a los narcos por todos los rincones de la república. Si bien no me convence el argumento de que los generales detenidos son el resultado inevitable de la estrategia de Calderón, es bastante claro que las supuestas ventajas de las fuerzas armadas no se han convertido en una mejoría en la seguridad pública. De hecho, ha sucedido lo contrario.

Pero por más obvio que sea, asimilar esta obviedad a un marco analítico ha sido difícil. Por eso, como apuntó Alejandro Hope hace unas semanas, todos los candidatos se han comprometido a dejar las fuerzas armadas en las calles de manera indefinida (aunque AMLO ha vacilado en su posición). Por eso, cuando un estado o una ciudad pasa por una crisis de violencia, la primera reacción del ejecutivo local es reclamar la falta de tropas federales. Y no son solamente los líderes, ya que son muchas las encuestas que revelan que amplias mayorías apoyan el uso de los militares en la lucha contra el narcotráfico. La verdad es que, a nivel emocional, es muy entendible la reacción, por más incorrecto que sea.

Me acuerdo que en agosto de 2008, mientras Torreón pasaba de ser una de las ciudades más tranquilas del norte a otra zona azotada por el crimen organizado, un convoy de militares, recién llegado a la zona, hizo un recorrido por los bulevares más traficados. Fue una muestra de fuerza en una ciudad que cada vez más parecía ser controlado por los criminales, y fue impresionante; por un kilómetro, se veía camioneta tras camioneta, todas llenas de soldados armados hasta los dientes.

En ese momento, para los que vivíamos en la ciudad, era muy natural llenarse de esperanza y festejar que había alguien capaz de darles en la torre a los abusones criminales que nos habían robado la tranquilidad. Lamentablemente, era una emoción inmadura y con poco fundamento; desde entonces, cada año Torreón ha sido más violento que el anterior. Una muestra más clara de la insuficiencia de la fuerza militar para mejorar la seguridad pública no puedo imaginar. Imponer el estado de derecho resulta más complicado que una simple superávit de poder de fuego.

Es una lección que los líderes de cada país en la región —empezando con los estadounidenses, quienes construyeron la Iniciativa Mérida con un enfoque exagerado en el ámbito militar— deben reconocer cuanto antes. No quiero decir que los militares deberían desaparecer del escenario inmediatamente, pero nadie se ha puesto a esbozar el camino para retirarlos, a pesar de sus evidentes faltas como fuerza policíaca. Eso es alarmante.

Dejar un comentario



Rick Perry, gobernador de Texas, vs. México
El gobernador de Texas, Rick Perry, se encuentra en pleito con el gobierno mexicano. En medio de un debate sobre cómo lidiar con el Estado Islámico, Perry ofreció la especulación, completamente sin fundamento, de que el grupo terrorista intenta filtrar agentes en territorio estadounidense por la frontera de Juárez. Para prevenir esta amenaza inventada, Perry […]
Plantíos de coca en Chiapas: riesgo inminente
La semana pasada, el ejército mexicano anunció el hallazgo de un plantío de coca, la planta que se usa para la fabricación de la cocaína, en la ciudad fronteriza de Tuxtla Chico, Chiapas. El pequeño cultivo de 1,250 metros cuadrados tenía suficiente espacio para 1,639 plantas. Fue el primer descubrimiento de este tipo que se […]
Obama contra ISIS
Todo indica que Estados Unidos volverá al ataque en el Medio Oriente. Esta vez, el enemigo es el Estado Islámico de Irak y Siria, o ISIS, un grupo que ha dominado las noticias durante los meses recientes con sus avances militares en Irak, la amenaza de aniquilar una población cristiana iraquí, y las decapitaciones de […]
Nuevas rivalidades mundiales
  Desde hace siglos, las rivalidades entre los grandes poderes han determinado el curso de la historia. Francia, España e Inglaterra pelearon por el control de Europa, América y África desde el año 1500 hasta entrado el siglo xix. Luego se sumaron a la contienda Alemania y Rusia, y España claudicó: los conflictos entre estos […]
Las redes ilícitas, al asalto de los Estados
Entrevista con Luis Jorge Garay Salamanca y Eduardo Salcedo-Albarán
Debido tanto a la dinámica de los mercados como a las medidas que han adoptado algunos países para combatir el narcotráfico, las bandas delictivas se han tenido que transformar, lo cual les ha permitido no solo conservar su eficacia sino aumentarla. Además, el narcotráfico ya no es un negocio ilegal interno: su estructura implica grandes […]
Más leídos
Más comentados
Los grandes problemas actuales de México (145.191)
...

La economía mexicana del siglo xx: entre milagros y crisis (60.041)
...

Con toda la barba (38.944)
...

¿Por qué es un problema la lectura? (27.478)
Desarrollar el gusto por la lectura no es cuestión meramente de voluntad individual. El interés por los libros aparece sólo en ciertas circunstancias.

La distribución del ingreso en México (23.379)
...

Presunto culpable: ¿Por qué nuestro sistema de justicia condena inocentes de forma rutinaria?
Bas­tan­te han es­cri­to y di­cho ter­ce­ros so­bre Pre­sun­to cul­pa­ble....

Los grandes problemas actuales de México
Se dice que el país está sobrediagnosticado, pero en plenas campañas y ante...

I7P5N: la fórmula
Homenaje al ipn con motivo de su 75 aniversario, este ensayo es también una...

China – EUA. ¿Nuevo escenario bipolar?
No hace mucho que regresé de viaje del continente asiático, con el propósito...

La sofocracia y la política científica
Con el cambio de Gobierno, se han escuchado voces que proponen la creación...

1
Foro de Indicadores
Debates que concluyen antes de iniciarse
El proceso legislativo reciente y sus números

Eduardo Bohórquez y Javier Berain

Factofilia: Programas sociales y pobreza, ¿existe relación?
Eduardo Bohórquez y Paola Palacios

Migración de México a Estados Unidos, ¿un éxodo en reversa?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Donar no es deducir, donar es invertir. Las donaciones en el marco de la reforma fiscal
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Impuestos, gasto público y confianza, ¿una relación improbable?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Los titanes mundiales del petróleo y el gas
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

La pobreza en perspectiva histórica ¿Veinte años no son nada?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

La firme marcha de la desigualdad
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia. 2015: hacia una nueva agenda global de desarrollo
Roberto Castellanos y Eduardo Bohórquez

¿Qué medimos en la lucha contra el hambre?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Bicicletas, autos eléctricos y oficinas-hotel. El verdadero umbral del siglo XXI
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Parquímetros y franeleros: de cómo diez pesitos se convierten en tres mil millones de pesos
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: Una radiografía de la desigualdad en México
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: Más allá de la partícula divina
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: El acento está en las ciudades. Algunos resultados de la base de datos ECCA 2012
Suhayla Bazbaz y Eduardo Bohórquez