En este año el PAN y el PRD están llamados a renovar sus dirigencias nacionales. Ambos partidos tienen en común una crisis interna consecuencia de un historial de desacuerdos que llevaron al primero a perder la presidencia y al segundo a una fragmentación que aparentemente dará origen a un nuevo partido político de izquierda.
La reforma electoral de 2007, además de los muchos cambios positivos y negativos, generó recalendarizaciones para los procesos electorales locales para que no solamente se realizaran todos en julio de cada año, sino que motivó a los congresos locales a ajustar los periodos de gobierno buscando coincidencias con los procesos federales. De esta manera, cuatro de las cinco entidades que tuvieron elecciones en 2008, y que normalmente tendrían de nuevo elecciones en 2014, ya no las tendrán. Quintana Roo e Hidalgo ajustaron sus calendarios y eligieron ya en 2013, mientras que Baja California Sur y Guerrero redujeron la duración de los gobiernos de los actuales mandatarios para elegir gobernadores en 2015.
Por lo tanto, después de cinco intensos años electorales, 2014 parece presagiar una pausa. En 2009 se renovó el Congreso federal. El PAN, que había convivido con el PRI durante dos años, lo declaró abiertamente el enemigo a vencer, y tuvo razón, pues en ese año, el Revolucionario Institucional pasó de la tercera a la primera fuerza en el país y, posteriormente, le arrebató la presidencia. El 2010 se recordará como el año de las alianzas PAN-PRD con todas sus batallas previas incluyendo la renuncia al PAN de su entonces secretario de gobernación Fernando Gómez Mont; y, finalmente, en una intensa jornada en la que se ponían en juego 12 gubernaturas, el PRI triunfó en nueve pero perdió tres ante esa alianza opositora: Sinaloa, Puebla y Oaxaca. En 2011 destaca la elección de gobernador del Estado de México por lo que significaba: el estado donde gobernaba el ya inminente candidato presidencial Enrique Peña Nieto vivía una elección que finalmente ganó el PRI y que marcó el inicio de las precampañas presidenciales. La intensidad de 2012 será recordada sobre todo por las tres semanas de mayo en las que un grupo de muchachos impuso la agenda de una campaña más corta que la de 2006; y por último, 2013, cuando solo se pone en juego una sola gubernatura pero hay elecciones en otros 14 estados en medio de las negociaciones de los partidos políticos alrededor del Pacto por México, por lo que la elección se vuelve una permanente condicionante de los dos partidos de oposición para permanecer en él.
Y para 2014 nos dejan poco: las alcaldías de los 20 municipios de Nayarit (es decir, menos del 1% del total de los municipios del país) y 55 diputados locales en ese estado y en Coahuila, un calendario que permitirá, al liberarse de ese tema permanente en la relación con los partidos y a los mismos partidos políticos, prepararse para las futuras contiendas. Ante este escenario, podría dividir el próximo año en materia electoral en los siguientes tres tiempos:
1er. Tiempo: renovación de las dirigencias del PAN y del PRD
En los primeros tres meses de 2014, el interés electoral se centrará en los procesos para que el PAN y el PRD elijan nuevas dirigencias. En el caso del PAN, será la primera vez que lo haga en este siglo sin la presencia de un presidente de la República de su partido y bajo nuevos estatutos según los cuales podrán votar todos los militantes de su padrón recién depurado. El proceso no carece de interés y, a reserva de que pudieran inscribirse más candidatos a la competencia, se vislumbran tres aspirantes. Uno de ellos es Ernesto Cordero, quien representa al calderonismo y agrupa a varios legisladores dispuestos a defender la gestión del expresidente y alejarse de la postura de colaboración con el Gobierno Federal que hoy ha tenido su partido; el otro es Josefina Vázquez Mota, quien le ganó la candidatura presidencial al primero y, tras una intensa campaña, es hoy la más conocida y la mejor evaluada —lo que no significa que sea la favorita con el método de elección—; y, por último, el actual presidente nacional, Gustavo Madero, quien ha sorprendido en el manejo político y superado las expectativas, ganando procesos electorales en 2013 e imponiendo temas de su agenda en el Pacto por México. En principio, Madero es el favorito por el control interno del partido, pero si el proceso se centra entre los calderonistas versus los anticalderonistas, la división de votos entre él y Vázquez Mota podría obligar a uno de ellos a declinar para dar la pelea a Cordero.
La dirigencia del PRD es otro caso interesante. Actualmente está en manos de un grupo político que la disputaba desde 1996 pero la obtuvo hasta 2008 y no parece muy dispuesto a cederla. Su representante será Carlos Navarrete, quien de esa manera entra como favorito a la contienda, pero deberá enfrentar a varios candidatos y destacadamente a un popular Marcelo Ebrard, exjefe de Gobierno del DF y exaspirante a la candidatura presidencial de ese partido. Las elecciones en el PRD han sido tradicionalmente complicadas. En 1999 se anuló y en 2008 llegó al Tribunal Electoral, así que difícilmente veremos un proceso tranquilo. (En este partido hay quien propone modificar los estatutos y abrir la posibilidad para quienes ya lo dirigieron alguna vez, específicamente se habla de Cuauhtémoc Cárdenas, pero hay pocas posibilidades de ese cambio, además de que el ingeniero no ha manifestado su interés en competir.)
2do. Tiempo: Nayarit y Coahuila
El nuevo calendario electoral, producto de la reforma de 2007, y de la recalendarización para buscar coincidencia con los comicios federales dejan al 2014 con el menor número de puestos de elección que se recuerde para un año: solo 20 presidencias municipales y 55 legisladores locales, 1% de las alcaldías y 3% de los diputados, así que aunque en esos lugares seguramente vivirán momentos de intensidad, esta no se reflejará en la agenda nacional.
En Coahuila tendrán oportunidad de presentarse a las urnas aproximadamente 1.9 millones de ciudadanos, aunque se espera una baja participación, ya que solo lo harán para elegir diputados en 16 distritos locales (más nueve diputados por la vía plurinominal). Esta elección debería observarse sobre todo por los resultados de este año en el que se eligieron alcaldes. En 2011, el actual gobernador Rubén Moreira sustituyó a su hermano y triunfó con un espectacular margen de victoria. El estado se veía como extremadamente priista, sin embargo, los escándalos desatados ese año y a principios de 2012 alrededor del endeudamiento estatal ocasionaron una debacle electoral para ese partido, por lo que en la elección de 2012 —apenas un año después de su clara victoria— fue derrotado en los comicios federales por el PAN, en 2013 perdió la capital (Saltillo) y varios municipios (entre ellos Monclova). Por estas razones, se espera en 2014 de nuevo una fuerte contienda entre el partido en el gobierno, el PRI, y su principal opositor, el PAN. La alianza PAN-PRD es posible y de hecho ya se dio en una ocasión en 1999 en la elección de gobernador.
Nayarit vivirá elecciones en condiciones muy diferentes a las de Coahuila. Ahí el gobernador Roberto Sandoval goza de una alta popularidad y, en los comicios de 2012, el PRI obtuvo el segundo porcentaje más alto en el país, así que el PRI parte como favorito para tener la mayoría de los triunfos en los 20 municipios y en los 18 distritos locales (además 12 diputados de representación proporcional). De particular interés es la elección de la capital, Tepic, ya que de ahí han surgido los dos últimos gobernadores, así que será inevitable ver al ganador de ese municipio como un contendiente futuro a la gubernatura. La alianza PAN-PRD de nuevo es factible en ese estado, la cual incluso ya triunfó en la elección de gobernador de 1999.
3er. Tiempo: rumbo al 2015
Una vez pasados los comicios de julio de 2014, la agenda electoral será intensa porque los partidos nacionales se lanzarán a la búsqueda de condiciones para ganar el Congreso en 2015; además, deberán buscar candidatos a gobernador en nueve estados, algunos de ellos tan importantes como Nuevo León y otros tan problemáticos actualmente como Michoacán.
Adicionales
En materia electoral, 2014 tendrá otros momentos importantes:
a) La conformación de nuevos partidos políticos. Específicamente, se espera que el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), partido que está formando Andrés Manuel López Obrador, obtenga fácilmente el registro y su presencia abra espacios para que militantes de otros partidos se unan a él, que deberá contender sin alianzas en el 2015.
b) El nombramiento de nuevos consejeros del IFE en caso de que se mantenga esta institución, y donde por el momento están vacantes cinco de las nueve posiciones, incluyendo la de presidente del Instituto.
c) La posible conformación del Instituto Nacional Electoral (INE), que sustituiría al Instituto Federal Electoral (IFE) y a los órganos electorales estatales, pero que requiere una reforma que deberá pasar por los congresos locales.
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ROY CAMPOS es director de Consulta Mitofsky.