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Rocío Franco López | 15.07.2013 | 0 Comentarios
La década de los noventas dio al mundo mucha música, la mayoría de ésta fue agrupada en el género grunge, aunque no todo lo era.
Surgieron muchas propuestas musicales que innovaron, y algunas otras que hicieron incluso revivir el rock (como Nirvana) cuando se decía que éste estaba dando sus últimos suspiros. Asimismo, hubo bandas que aún sobreviven y han madurado, hay otras que aunque pasajeras pervivieron en la memoria de los escuchas, y otras más que fueron grandes descubrimientos, pero que apenas tuvieron uno o dos éxitos y después se apagaron.
En esta ocasión quiero recordar a una banda que pertenece a la última categoría: Mazzy Star.
Aunque grabaron tres discos, y desde 2009 vienen anunciando que su última creación está lista, debemos reconocer que Mazzy Star es reconocida por un par de canciones en particular.
Esta banda californiana surgió de las cenizas de otra banda llamada Opal que tocaban algo como psicodélico sesentero; los sobrevivientes, David Roback y Kendra Smith formaron entonces a Mazzy Star, una banda de dream pop de la cual, la chica se despediría al poco tiempo, y fue suplida por su amiga Hope Sandoval.
Así unidos como cerebro de la banda, David en la guitarra y Hope en la voz y la composición, dieron esos tres discos que a mi gusto son dignos de recordar y conservar. De los tres discos: She Hangs Brightly (1991), So Tonight That I Might See (1993), y Among My Swan (1996), el mejor es el segundo, y de éste seguro recuerda las canciones “Fade Into You” e “Into Dust”.
Si usted ha escuchado a Mazzy Star es seguro que jamás ha podido olvidar la voz y la hermosa figura de la pequeña Hope Sandoval. Sus letras son misteriosas y minimalistas, sombrías y tristes, y se recuerdan porque acaso tuvieron mucho que decirnos a esta generación nacida en la segunda mitad de los setentas y adolescente en los noventas, la dichosa Generación X, como nos bautizó Douglas Coupland, la generación de los descreídos o de los que no saben cómo querer; la generación que vivimos en la bisagra del temor al statu quo, que nos debatimos entre seguirlo o aniquilarlo; aquéllos que no entendemos cómo deshacernos de las terribles sombras de nuestros padres, pero tampoco sabemos cómo brindarles a nuestros hijos una mejor manera de hacer la vida. Quienes detestamos el autoritarismo de nuestros padres, y tememos la libertad de nuestras crías. La generación de los autistas emocionales.
Y justo de este autismo es que habla Esperanza en sus canciones.
Quiero tener la mano dentro de ti
Quiero tomar un suspiro verdadero
Mirarte y no ver nada
Mirarte y ver la verdad
Vives tu vida
Vas entre sombras
Llegarás en pedazos vivirás ennegrecido
En algún tipo de noche dentro de tu oscuridad
Colores en tus ojos que no están ahí
Desvaneciéndome en ti
Es extraño que no lo sepas
Desvaneciéndome en ti
Creo que es extraño que no lo sepas
Es la voz de alguien que está cerca de otro, pero cuyo otro no está, ese otro mira a los demás pero no se percata de lo cerca que tiene a alguien que tal vez lo ama. Las letras de Sandoval son como la banda misma, escuetas, breves, pero significativas. Con pocas palabras que decir, pero bien puestas. Hay pocos datos acerca de la banda y de sus integrantes. Otra canción digna de recordar es “Into Dust”.
Still falling
Breathless and on again
Inside today
Beside me today
Around broken in two
Till your eyes shed
Into dust
Like two strangers
Turning into dust
Till my hand shook
With the way I fear
Mazzy Star eran David Roback en la guitarra; Hope Sandoval en la voz y las letras; William Cooper en el violín; Keith Michel en la batería; Jill Emery en el bajo, y Suki Ewers en los teclados, y lograban un sonido suave, pausado, lleno de sombras, con una magnífica guitarra, y una imagen desteñida que no necesitaba más que el hermoso rostro de su vocalista.
Vale la pena reescuchar esta banda, y ojalá pudiésemos tenerlos de vuelta con una nueva producción, más madura, como han venido anunciando desde 2009.
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