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A Beckett preocupa la condición humana, por supuesto, y esa idea puede ser la única concebible si no tratamos de él nada más queEsperando a Godot,Molloy, Malone Muereo alguna otra obra de las más conocidas. Sin embargo, el verdadero cuerpo creativo del irlandés se esconde en dos de sus facetas menos comentadas: más que la de dramaturgo, las de narrador y poeta.
El teatro necesita de personajes, y en las otras ramas de su escritura los fundamentos de “un otro” se traducen en discutir la materia propia de la palabra (en cuanto lenguaje) y no queda espacio para otra pregunta.
¿Es esta una traducción fidedigna? Claro que lo es: a la hora de reflexionar en torno a las minuciosidades del lenguaje, Beckett mira de frente las especificidades de la estructura mental del hombre, siempre bajo el entendido de que escribir es, por definición, un espejo del pensamiento. De esta forma, la escritura sobre la escritura se convierte, finalmente, en la búsqueda más esencial de lo existencial, dejando a un lado los rebotes intrascendentes de una Emma Bovary.
Dicho de otra forma, en la obra narrativa y poética de Beckett no surgen proyecciones sino preguntas: ¿cómo pensar? ¿Cómo pensar que pensamos? ¿Cómo saber del pensar? ¿Puede separarse la palabra del pensamiento? ¿Hasta qué punto? No es coincidencia que, en este contexto, el último texto escrito por el autor-lagartija, un poema que sirve como summa redonda de toda su obra, lleve por título una pregunta semejante:What is the Word? (¿Qué palabra?).
Quizá sea el ejercicio de mayor claridad dentro de su canon, en donde la objetividad de la palabra (que no cosificación), su análisis aislado y frío, la revelan tan absurda e inalcanzable como el propio sentido de la existencia. En realidad, Godot es “la palabra” buscada, la gran solución lógica y lingüística a nuestros conflictos, que nunca se muestra.
What is the word
folly –
folly for to –
for to –
what is the word –
folly from this –
all this –
folly from all this –
given –
folly given all this –
seeing –
folly seeing all this –
this –
what is the word –
this this –
this this here –
all this this here –
folly given all this –
seeing –
folly seeing all this this here –
for to –
what is the word –
see –
glimpse –
seem to glimpse –
need to seem to glimpse –
folly for to need to seem to glimpse –
what –
what is the word –
and where –
folly for to need to seem to glimpse what where –
where –
what is the word –
there –
over there –
away over there –
afar –
afar away over there –
afaint –
afaint afar away over there what –
what –
what is the word –
seeing all this –
all this this –
all this this here –
folly for to see what –
glimpse –
seem to glimpse –
need to seem to glimpse –
afaint afar away over there what –
folly for to need to seem to glimpse afaint afar away over there what –
what –
what is the word –
Pensamiento profundo desde las cavernas transmisoras del pensamiento, una literatura sin adjetivos ni personajes resuena a lo largo de la historia contemporánea como la última gran revolución creativa. Si bien nos es indiferente el retrato fidedigno de “algún otro” (como tratado en la primera parte de este ensayo), éste dota al menos de certidumbres al lector y se mantiene como una salida bien conocida; en Beckett, en cambio, no hay escape porque no hay siquiera acceso: para entender “al otro”, hay que primero aceptar una serie de códigos y símbolos que en la obra del irlandés no existen. O al menos, códigos cuyo cuestionamiento funciona como eje fundamental.
De esta forma es que nos encontramos con el vacío, aún cuando no sea un vacío propiamente distanciado de lo humano; más que un nihilismo, hablamos de una visión brutal de nuestra insignificancia, de nuestro absurdo, de nuestra nada.
El “otro” estará siempre lleno de tapujos. De eso trata la idea de novela, de personajes completos. En Beckett no hay completitud, y ahí está el regalo más hermoso de su trabajo escrito: si en la humanidad existe un hueco, también la posibilidad de llenarlo con belleza.
La pregunta, claro, es: ¿cómo? ¿Con qué palabra?