En estos días en los que el discurso políticamente correcto incluye siempre el elogio de la multiculturalidad y del multilingüísmo, los prejuicios en contra de la igualdad de las lenguas aún se hallan agazapados en el fondo de nuestras actitudes y enmarañadas en nuestras opiniones. Tal vez, muchos sabemos que las lenguas tienen el mismo valor y que, como sistemas lingüísticos, son igual de complejas e igual de efectivos para la comunicación. Puede ser también que estemos conscientes de que la discriminación hacia las lenguas tiene una repercusión directa en su vitalidad. A pesar de todo, pareciera que son pocas personas eligirían enviar a sus hijos a clases de náhuatl en lugar de clases de alemán si tuvieran la oportunidad de elegir. Combatir nuestros propios prejuicios implica también actuar en consecuencia., cambiar de prejuicios es cambiar de actitudes y esos cambios siempre nos liberan y nos enriquecen.
El primer paso, como siempre, es hacer consciente cada prejuicio. A continuación enumero y describo algunos dichos discriminatorios hacia las lenguas indígenas a manera de guía para reflexionar sobre nuestras propias creencias y actitudes que, al fin de cuentas, influyen en la valoración de las lenguas mexicanas y en su vitalidad.
1. ¡Qué bonitos suenan nuestros dialectos! Escuché esta frase en un programa de la televisión abierta que se transmite los sábados. Siendo la concesión un bien público, se esperaría que el discurso de las televisoras fuera, por decirlo de algún modo, más informado. Hay que seguir insistiendo, repitiendo hasta el cansancio que la igualdad de las lenguas comienza desde el nombre y que las lenguas indígenas no son dialectos y por lo tanto no se llaman así. Para mayores explicaciones visite www.todas-lenguas.mx, ahí encontrará argumentos, explicaciones y material de difusión que puede serle útil si usted aún nombra como “dialecto” a las lenguas indígenas o si necesita explicárselo a alguien con palitos y bolitas. Este prejuicio parece ser muy reciente, según Michael Swanton, durante toda la Colonia y hasta finales del siglo XIX, las lenguas indígenas eran llamadas “lenguas”, “idiomas” pero nunca “dialectos” en su sentido despectivo.
2. ¿A poco el mixe se escribe? Sí y desde hace más de 1,500 años. Existen registros escritos del epi-olmeca, uno de los ancestros de las lenguas mixes-zoques actuales (http://yukjotp.blogspot.mx/2010/05/origenes-i-una-estela-en-la-mojarra.html). Es tan frecuente escuchar que las lenguas indígenas sólo han sido lenguas orales que recién comienzan a escribirse utilizando el abecedario latino. Las palabras escritas se sacralizan y la escritura parece dar la licencia de modernidad a las lenguas. Si bien es cierto que la tradición oral es muy importante en las lenguas indígenas, también es verdad que la tradición oral es fundamental para todas las lenguas habladas en la actualidad. Por otro lado, considerando que Mesoamérica es uno de los lugares del mundo en los que surgió la escritura, no se puede decir que una lengua, por ser originaria, no cuenta con tradición escrita. La evidencia nos muestra escritura en piedra, en códices y una larga tradición colonial en abecedario latino que se vio mermada y casi desaparecida con la Independencia, cuando el gobierno deja de aceptar los textos en lenguas indígenas. Ahora se comienza de nuevo a escribir y en muchos casos a darle continuidad a una tradición escrita interrumpida y que los hablantes también hemos olvidado. Existen incluso, lenguas como el zapoteco del Istmo que cuentan con importantes publicaciones durante todo el siglo XX y que, según Sebastian Van Doesburg “la escritura en zapoteco cuenta con una tradición escrita casi ininterrumpida desde 500 años a.C hasta hoy”. Así que no es posible sostener el prejuicio de que las lenguas indígenas son sólo lenguas orales.
3. “El español nos pone en contacto con el universo entero”. Según Jaime Labastida, director de la Academia Mexicana de la Lengua, las lenguas amerindias por contraste “nos atraen hacia el fondo de nosotros mismos y establecen contacto con nuestra raíz” (Ver http://www.revistadelauniversidad.unam.mx/) Este tipo de prejuicios, por más sutiles que parezcan, son muy dañinos. En casos extremos se contrapone al español como una lengua universal que puede hablar de todos los temas posibles y que puede establecer múltiples puentes culturales mientras que presenta a las lenguas indígenas como lenguas sujetas a fenómenos locales, a contenidos propios de la cultura y establecer contacto con nuestra raíz, lo que sea que eso signifique. Las lenguas indígenas, como cualquier lengua viva del mundo puede ser tan universal o local como sea necesario, todas las lenguas tienen la capacidad de crear estrategias de diversos tipos para hablar de cualquier conocimiento, para describir cualquier realidad. A través de las lenguas indígenas es posible tener acceso a todo tipo de información, es posible conocer la historia de Alemania en triqui o describir la nanociencia en purépecha. Si esto no sucede frecuentemente, no es porque las lenguas indígenas lo impidan, es porque su uso ha sido truncado y su existencia combatida. Las lenguas indígenas no están condenadas a comunicar “solo nuestros mitos, leyendas y costumbres” como alguna vez alguien me lo sugirió. Afirmaciones como el que se cita al comienzo de este apartado, han sido utilizadas por el director de la Academia Mexicana de la Lengua para tratar de impulsar que el español sea instituido legalmente como la lengua oficial del país. (Aquí la polémica sobre esta propuesta: http://www.eluniversal.com.mx/cultura/65191.html)
4. Las lenguas indígenas no tienen gramáticas. No hay que confundir la gramática -conjunto de las reglas y principios que gobiernan el funcionamiento de una lengua- con el libro que describe este funcionamiento. Todas las lenguas del mundo tienen gramáticas pues todas tiene un determinado funcionamiento y determinadas características. El hecho de que no se hayan publicado libros que compilen y describan el funcionamiento de todas las lenguas del mundo dice más de la escasez de lingüistas que del valor de las lenguas.
Además de esto, muchos lingüistas han hecho la labor de describir el funcionamiento de las lenguas indígenas y han publicado estos estudios desde la época colonial. En esa época, a estos libros no se les llamaba “gramáticas” sino “artes” (Ej. Arte de la lengua mexicana). Además, si de la publicación de una gramática se trata, Michael Swanton apunta que la primera gramática que describe el funcionamiento de la lengua zapoteca fue publicada ocho años antes que la primera gramática del inglés.
5. El problema es que no hablan español y andan descalzos. Otro de los prejuicios lingüísticos más comunes, como puede leerse en este artículo es establecer una relación directa entre pobreza y el monolingüísmo en lenguas indígenas. No hablar español parece ser el causante del atraso de muchas comunidades indígenas, al menos parcialmente. Es verdad que es mejor privilegiar el bilingüísmo sobre el monolingüismo pero no hay que olvidar que la mayoría de los monolingües de este país hablan solo español sin que esto se perciba como un problema. Por el contrario, la mayoría de los bilingües hablamos una lengua indígena. Aunque parezca obvio para muchos reporteros y funcionarios, hablar español no es la solución mágica a los problemas ni es uno de los mayores indicadores de progreso. Todas las personas tenemos derecho a ser educados y alfabetizados en nuestra lengua materna, a recibir servicios administrativos y de salud a través de ella, a contar con medios de comunicación que nos transmitan sus contenidos en la lengua en cuestión, en fin, tener todos los derechos que tiene un hablante nativo del español que no es obligado a llevar a cabo un proceso penal en ruso, por ejemplo. Si esto no sucede así, no es porque las lenguas indígenas estén incapacitadas para logralo, es porque se ha impuesto el uso del español aún dentro de nuestras propias comunidades. Solo en ese contexto y solo por los efectos de la discriminación y de la violación de los derechos lingüísticos elementales dentro de nuestro propio territorio se puede sostener que hablar español es mejor que hablar mixteco.
¿Cómo se pueden entender un maya de Mérida y un yaqui de Vícam (Sonora)? —En… ¡castellano!
“Siempre fue la lengua compañera del Imperio [Español, en este caso]”. Es una frase de Elio Antonio de Nebrija (1441-1522), autor de una Gramática de la lengua castellana (1492).
Hacia el siglo XII, la iniciativa política y militar de la Reconquista del Sur español pasó a manos de los castellanos, que ya no la dejaron, por eso, el leonés casi ha desaparecido, como desaparecerán numerosas lenguas amerindias; entonces, me parece que los más interesados en ellas, con el apoyo de los gobiernos estatales respectivos y las universidades regionales, deberán grabar y editar numerosos DVD, discos de video digital; CD, discos compactos, y archivos electrónicos de audio y/o de audio y video, que deberán subir a la red de redes; editar libros electrónicos e impresos bilingües, etcétera, porque hay algunos idiomas autóctonos americanos en serio peligro de desaparecer (perdón por repetir algo que “medio mundo” ya sabe).
Los vocabularios o repertorios de las lenguas amerindias son pobres, por diversas circunstancias; por ejemplo, el avasallante uso del castellano por la mayoría de la población, la vergüenza que sienten algunos jóvenes al emplear su idioma ancestral (prefieren hablar en español ENTRE ELLOS), panorama distinto al de Paraguay donde coexisten como lenguas oficiales el español y el guaraní.
El “latín moderno” es el inglés, la lingua franca del siglo XX y de los dos primeros decenios del XXI.
[…] con la exploración de prejuicios sobre las lenguas indígenas (En este enlace la primera parte http://estepais.com/site/?p=47992 ). Más que una prueba acusatoria se trata de escudriñar las creencias agazapadas que emergen […]
En El proceso, de Franz Kafka, se narra la historia de Josef K. un oficinista arrestado, acusado y condenado por un crimen del que no se entera nunca. La narración está construida de tal manera que el protagonista tiene que enfrentar un juicio que no entiende, no entiende de qué se le acusa, no entiende […]
Waldo Villalobos, nuestro profesor en el taller de traducción literaria en el que nos encontrábamos hablantes de zapoteco, mixe y mixteco, nos dijo: “La lengua a la que más se traduce actualmente es el inglés”. Esta afirmación tiene varias implicaciones, el estatus social y político del inglés parece estar directamente relacionado con el hecho de […]
Es lamentable que una de las principales descalificaciones que sufren las publicaciones que se realizan en lenguas mexicanas distintas del español se base en la falta de lectores potenciales. Hace unos días leía una columna que descalificaba la publicación de un material de divulgación sobre nanociencia y nanotecnología en lenguas como el mixteco y el […]
La oralidad y la tradición oral no son términos equivalentes. La oralidad es una propiedad de todas las lenguas del mundo: todas las lenguas utilizan un medio vocal-auditivo para establecer la comunicación. Todas las interacciones lingüísticas de una lengua, por ejemplo, del mixe o del español se dan por medio de la oralidad: todas las […]
Escribir novelas en mixe, obras de teatro en tepehua, poemas en tepehuano son rutas posibles en el campo de los encuentros interculturales, posibilita experimentar lenguas en los géneros literarios de otra tradición cultural. Más allá de los gustos personales estoy a favor y me interesa el resultado de estos encuentros, las implicaciones que acarrea, las […]
¿Por qué es un problema la lectura? (30.338)
Desarrollar el gusto por la lectura no es cuestión meramente de voluntad individual. El interés por los libros aparece sólo en ciertas circunstancias.
¿Cómo se pueden entender un maya de Mérida y un yaqui de Vícam (Sonora)? —En… ¡castellano!
“Siempre fue la lengua compañera del Imperio [Español, en este caso]”. Es una frase de Elio Antonio de Nebrija (1441-1522), autor de una Gramática de la lengua castellana (1492).
Hacia el siglo XII, la iniciativa política y militar de la Reconquista del Sur español pasó a manos de los castellanos, que ya no la dejaron, por eso, el leonés casi ha desaparecido, como desaparecerán numerosas lenguas amerindias; entonces, me parece que los más interesados en ellas, con el apoyo de los gobiernos estatales respectivos y las universidades regionales, deberán grabar y editar numerosos DVD, discos de video digital; CD, discos compactos, y archivos electrónicos de audio y/o de audio y video, que deberán subir a la red de redes; editar libros electrónicos e impresos bilingües, etcétera, porque hay algunos idiomas autóctonos americanos en serio peligro de desaparecer (perdón por repetir algo que “medio mundo” ya sabe).
Los vocabularios o repertorios de las lenguas amerindias son pobres, por diversas circunstancias; por ejemplo, el avasallante uso del castellano por la mayoría de la población, la vergüenza que sienten algunos jóvenes al emplear su idioma ancestral (prefieren hablar en español ENTRE ELLOS), panorama distinto al de Paraguay donde coexisten como lenguas oficiales el español y el guaraní.
El “latín moderno” es el inglés, la lingua franca del siglo XX y de los dos primeros decenios del XXI.
Adoro el “lo que sea que eso signifique” del punto tres.
[…] con la exploración de prejuicios sobre las lenguas indígenas (En este enlace la primera parte http://estepais.com/site/?p=47992 ). Más que una prueba acusatoria se trata de escudriñar las creencias agazapadas que emergen […]