Saturday, 23 November 2024
Artículos relacionados
Cuatro instantáneas de 3.1 megapixeles y un par de polaroids amarillentas
Cultura | Espacios Y Caracteres | Flavio González Mello | 05.10.2009 | 0 Comentarios

Mala tarde

El auto, ansioso del siga, le gana centímetros a la zebra del pavimento. El guardia del crucero, para asombro de muchos, rompe su acostumbrada indiferencia y abandona su plática por celular para indicarle al coche que todavía no puede avanzar. El conductor insiste en su milimétrico desafío. Con porte taurino, libreta de infracciones en diestra haciendo las veces de muleta, el poli se planta frente al auto, instigándolo a parar por completo. Pero el seiscilindros sigue su avance, hasta tocarlo. Entre asombrado y colérico, el azul extiende una mano perentoria, mientras con la otra se palpa la reglamentaria enfundada. Ambos se miran por un instante, sacando imaginarias correas de sus respectivos cueros. Cuando la luz reverdece, el astado de lámina arranca a toda velocidad, dándole apenas tiempo de quitarse al derrotado torero, que regresa a la barrera arrastrando su maltrecha autoridad y renegando de su ocurrencia de desquitar el raquítico sueldo en esta ciudad de barbajanes.

Sindicatech

En un complejo cinematográfico del gobierno, el funcionario en turno decide quitar las cajas de la entrada y la salida del estacionamiento. En su lugar coloca barras automatizadas y, a un lado de los cines, dos máquinas donde los usuarios pueden pagar su boleto y recibir su cambio. Todo muy actual y eficiente. Resultado: los tres empleados que se encargaban de dar los boletos a la entrada y recibir los pagos a la salida emigran adonde están los esquiroles automatizados y se colocan a un lado para cumplir una nueva función: uno le pide a la gente su boleto y su dinero, otro los mete en las ranuras correspondientes y el tercero devuelve los comprobantes de pago que las flamantes máquinas —así convenientemente sindicalizadas— escupen.

El otro espectáculo

Se da tercera llamada y se apaga la luz de la sala. Sobre el rutilante escenario los actores empujan cuesta arriba la piedra de Sísifo de la ficción. Desde la cabina de iluminación, ubicada al fondo del teatro, se puede apreciar otro espectáculo: el de cientos de rectangulitos luminosos que se encienden y se apagan, aquí y allá. Son la versión contemporánea de esos mensajes que en otro tiempo se escribían en un papel y se pasaban de mano en mano a espaldas de la maestra. Ahora, el sordo y luminoso cuchicheo se lleva a cabo a través del celular.

Ovación a la aviación

Antes, cuando un avión aterrizaba, los pasajeros solían estallar en una ovación —quién sabe si para celebrar la pericia del piloto o, simplemente, para festejar que habían vuelto al suelo sanos y salvos. El piloto seguía siendo esa especie de semidios, el mago capaz de hacernos perder el peso realizando quién sabe qué prodigiosos pases en su gruta llena de botones e interruptores. Y la azafata, claro, era la infaltable heroína encargada de traernos desde el Olimpo de la Aviación, además de la taza de café, el antifaz, la capa y las pantuflas de tela con los que nosotros también nos caracterizábamos de superhéroes, aunque fuera sólo por una noche abreviada que duraba apenas cuatro o cinco horas. En tierra nos esperaba un nutrido contingente de familiares y agregados, que acudían a constatar personalmente que, una vez más, habíamos logrado surcar los cielos atlánticos.

Conferencia internacional

Otro emblema de tiempos idos es la conferencia interoceánica. Alguien le pedía a la operadora de México que lo comunicara con un número del otro lado del mundo, y a continuación esperaba (el lapso podía extenderse por varios minutos, incluso cuartos de hora) escuchando a la operadora, que sólo hablaba español, tratando de hacerse entender con una colega que sólo hablaba alemán. En algún punto, si se tenía suerte, se integraba una cuarta voz: la de quien contestaba en el destino final de la llamada y, tras una escueta frase de la operadora que sólo hablaba alemán, tenía que entendérselas directamente con la operadora que sólo hablaba español. Si todo marchaba bien, al final del proceso se escuchaba, lejana y borrosa, la voz del verdadero destinatario de la llamada, preguntando en alemán quién hablaba, mientras la operadora que sólo hablaba español repetía con voz militar: “¡Hable!… ¡Hable!”. Y uno le hacía caso y comenzaba los saludos de rigor; pero con frecuencia, justo en ese momento la comunicación se cortaba y había que empezar todo el proceso de nuevo.

li t ratura x / gas

vine a komala x q m di g ron k aka vivia mi padre 1 tal pdro paramo mi madre m lo dijo i yo le prometi k vndria a vrlo en q anto eya muriera le apre t sus manos en c nal d k lo aria pues eya estaba x morir c :-(  i yo en 1 plan d pro m t rlo todo no dgs d ir a visitarlo me rekomendo c yama d es t modo i d es t otro estoi c gura d k le dara gusto konoc r t entonc s no pu d ha c r otra kosa sino (para + txto envia “pdroparamo” al *6565)

20_cultura_espacios_gonzalez-ebook

Dejar un comentario



Teatro rápido y futbol de cámara
En alguna ocasión, el director escénico Rodrigo Johnson propuso una comparación entre los géneros dramáticos y los espectáculos deportivos, según la cual el futbol correspondería a la lógica competitiva del melodrama, mientras que la tragedia —con sus vértigos, catarsis y desmesuras— solo podría encontrar parangón en una corrida de toros.1 Para entender la manera en […]
iPaz: il miglior fabbro de la poesía contemporánea*
“Estamos ante la imaginación poética más original desde Ezra Pound… y, esta vez, no se trata de un ser humano”. Con estas palabras nos recibe en su modesta oficina de la colonia Narvarte el doctor José Luis Montiel, creador, junto con Warren Carson, del software que desde hace cinco años ha revolucionado la manera de […]
Aniversaurios
Hace unos años, a propósito del centenario de Neruda, Jorge Edwards recordaba que, cuando la madre de Jorge Luis Borges murió a los noventa y nueve años, uno de los asistentes al velorio le dijo al escritor argentino: “¡Qué lástima!, si hubiera vivido un año más, habría llegado a los cien”. A lo que Borges […]
Planes a futuro. (Cuento radiofónico)
Un teléfono suena. Dos veces. Justo antes de la tercera, alguien lo descuelga.   ELLA: Bueno. ÉL: (A través del auricular.) Buenos días, ¿tengo el gusto con la señorita Karen… Kar-ina… Go-cho-che…? ELLA: Karenina Goicochea. ¿Quién la busca? ÉL: Su servidor Adolfo Gaytán, de London Prevision México. ELLA: Soy yo. ¿Qué se le ofrece? ÉL: […]
Dígitos (cuento cinematográfico)
Interior: cuarto en casa de seguridad, día. Una cartera vacía está tirada en el suelo; junto a ella hay, desparramadas, tarjetas de presentación, llaves, una bolsa de mujer y diversos objetos personales. En una esquina del modesto cuarto de una casa de seguridad (con escasos muebles, sumido en penumbra), Rubén y Cecilia están sentados contra […]
Más leídos
Más comentados
Los grandes problemas actuales de México (153.153)
...

La economía mexicana del siglo xx: entre milagros y crisis (65.924)
...

Con toda la barba (48.025)
...

¿Por qué es un problema la lectura? (30.526)
Desarrollar el gusto por la lectura no es cuestión meramente de voluntad individual. El interés por los libros aparece sólo en ciertas circunstancias.

La distribución del ingreso en México (26.625)
...

Presunto culpable: ¿Por qué nuestro sistema de justicia condena inocentes de forma rutinaria?
Bas­tan­te han es­cri­to y di­cho ter­ce­ros so­bre Pre­sun­to cul­pa­ble....

Los grandes problemas actuales de México
Se dice que el país está sobrediagnosticado, pero en plenas campañas y ante...

I7P5N: la fórmula
Homenaje al ipn con motivo de su 75 aniversario, este ensayo es también una...

China – EUA. ¿Nuevo escenario bipolar?
No hace mucho que regresé de viaje del continente asiático, con el propósito...

La sofocracia y la política científica
Con el cambio de Gobierno, se han escuchado voces que proponen la creación...

1
Foro de Indicadores
Debates que concluyen antes de iniciarse
El proceso legislativo reciente y sus números

Eduardo Bohórquez y Javier Berain

Factofilia: Programas sociales y pobreza, ¿existe relación?
Eduardo Bohórquez y Paola Palacios

Migración de México a Estados Unidos, ¿un éxodo en reversa?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Donar no es deducir, donar es invertir. Las donaciones en el marco de la reforma fiscal
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Impuestos, gasto público y confianza, ¿una relación improbable?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Los titanes mundiales del petróleo y el gas
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

La pobreza en perspectiva histórica ¿Veinte años no son nada?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

La firme marcha de la desigualdad
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia. 2015: hacia una nueva agenda global de desarrollo
Roberto Castellanos y Eduardo Bohórquez

¿Qué medimos en la lucha contra el hambre?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Bicicletas, autos eléctricos y oficinas-hotel. El verdadero umbral del siglo XXI
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Parquímetros y franeleros: de cómo diez pesitos se convierten en tres mil millones de pesos
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: Una radiografía de la desigualdad en México
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: Más allá de la partícula divina
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: El acento está en las ciudades. Algunos resultados de la base de datos ECCA 2012
Suhayla Bazbaz y Eduardo Bohórquez